Chávez
y la izquierda venezolana
Por: Evaristo Marcano Marín
No
fue muy fácil, realizar la tarea que me impuse y que luego me llevó a escribir
esta nota. La idea vino a mi memoria de trabajo, al leer los comentarios que
produjo un artículo escrito por Guillermo Almeyra[i], destacado intelectual
mexicano que frecuentemente escribe en el diario La Jornada de México. Ese
artículo produjo varios comentarios que pude leer en la propia página Web de la
jornada y algunos de estos comentarios eran formulados por personas que venían
o están (¿?) en la “izquierda”. Uno o dos de esos comentarios (no eran más de
cincos) usaban como argumentos para cuestionar el contenido del artículo, la
situación de inseguridad y el autoritarismo de Chávez.
La tarea
consistió en Realizar un inventario muy rápido sobre los partidos de izquierda
que hemos tenido en Venezuela con sus respectivos comandantes. Intenté
imaginariamente verlos a la cara a todos; los que están y lo que ya nos dejaron.
Me aseguré de la cantidad de libros publicados en los cuales se analiza el
desempeño de esa “izquierda”.Hasta donde he podido leer, la izquierda
venezolana se ha “juzgado”mayoritariamente por sus propios jefes y ese juicio
ha sido tratado con la misma irresponsabilidad con la que actúo entre 1960
hasta los años (1970 y 1980) en los cuales formalizó su entrega sin darnos
muchas justificaciones de su existencia y su “lucha”. Ahí se tiene la historia
de Bandera Rojas y su responsabilidad en haber mandado a la muerte a muchos
jóvenes venezolanos que creyeron en dos de las “instituciones” más actuales la
izquierda venezolana como lo fueron o son (¿?) los Puerta Aponte.
Lo que es hoy
Bandera Rojas (un trapo) no es nada distinto a lo que fue ayer, a pesar de
haber contado con un plantel de hombres revolucionarios, pero sus símbolos
humanos (los Puerta Aponte) siempre se vieron como las figuras claves y hoy
están hermanaditos con los que ayer torturaron y masacraron. Ahí está Causa R,
el MAS y otras organizaciones ya desaparecidas (MIR, FLN). Poco puede
rescatarse de esos grupos, pero su irresponsabilidad tiene pendiente un juicio
popular. Jugaron autoritariamente a la guerra porque sus “comandantes”no
discutieron con nadie nada de esa guerra ni de ese esquema que asumieron
totalmente desvinculados del pueblo. “Comandantes”sin tradición de luchas ni
victorias que mostrar. Comandantes porque se impusieron autoritariamente desde
escondites y otros andaban jugándose la vida y la dejaron por unos comandantes
que hoy lucen trapos desteñidos.
En ese
inventario de “líderes” y comandantes de la izquierda venezolana que es
numerosos, muchos están a hora en la derecha y continúan justificándose como de
izquierda. No es cuestionable este pase, pero si han tenido la posibilidad de
seguirles las andanzas mediáticas actuales (últimos 10 años) a estos
“comandantes”, observaran que casi todos los“líderes” de esa izquierda tienen
como justificativo para estar aún en esa “izquierda”, que es como decir más a
la derecha de la propia derecha; el problema y el discurso de la inseguridad
que todos reconocemos. Esta versión de la inseguridad y la violencia por parte
de estos “izquierdistas” y antiguos comandantes guerrilleros venezolanos, es
particularmente graciosa y deja ver muy claramente la inconsistencia
intelectual de estos “guerrilleros”.
Hay que ser
verdaderamente bien mediocre y mierda a la vez, para que unos de estos
“izquierdistas” de ayer y hoy, tengan como su fundamento de su antichavismo la
violencia y la inseguridad. Efectivamente la inseguridad es un grave problema
que nadie oculta, pero hay que ser bien intelectual de mierda para no dejar de
sentir la diferencia y barbaridad entra la violencia e inseguridad canalizada y
organizada desde el propio Estado y con los partidos AD y COPEI que lo
representaban y esta violencia de hoy. Hay que ser bien pero bien mierda para
creer que aquella inseguridad y violencia generada y planificada desde el
Estado sea mejor y más benevolente que la actual. Hay que ser una porquería de
intelectual para tener una visión de la violencia de hoy y no reconocer que la
violencia de hoy tiene un alto componente educativo aportado por la televisión
que estos intelectuales tienen como sus aparatos de culturales.
¿Sale esa
izquierda conformada por comandantes de este tipo, libre de culpas de sus
desastrosas y focoquista forma de “lucha”? ¿Juzgan estos izquierdistas a Chávez
por una violencia que es producto de una violencia cuya explicación trasciende
los límites del barrio a los cuales han estigmatizados como los generadores de
violencia? Es necesario afrontar esta violencia, pero ello no debe llevarnos a
entender el sentido de la violencia e inseguridad que impuso AD y COPEI desde
instituciones del Estado.
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