Chávez-PSUV: ¿Discusión, asambleísmo o mal uso del tiempo?
Einstein nos dejó una frase con un extraordinario sentido: “El
tiempo es la manera como la naturaleza evita que todo ocurra al mismo
tiempo”. En esto pensé al enterarme de la feliz iniciativa sobre el
debate del plan socialista. A pesar de estar en línea directa con la
participación y protagonismo, este debate me deja una angustia y mala
sensación.
Chávez presentó en pleno proceso de campaña un
programa que contenida básicamente: cinco 5 objetivos históricos, 23
objetivos nacionales y 677 objetivos estratégicos y generales que fueron
suficientemente promovidos en documentos distribuidos durante la
campaña. Los electores votamos por esa propuesta de país y puede
concluirse, que esta propuesta general de país derrotó al proyecto
neoliberal de la ultra derecha venezolana.
Queda pendiente un trabajo de traducir todo esta visión en proyectos específicos y en metas concretas y
esta es una labor, que es muy bueno discutirlo en una constituyente
planificadora, pero en resumidas cuentas, es un trabajo de equipo que
debe ser atendido muy pronto. Si asumimos que la planificación es una
importante herramienta para acercarnos a una imagen de país, debemos y
tenemos que concluir, que en el Proyecto Nacional Simón Bolívar (PNSB)
notamos una ausencia de metas claras y precisas con las cuales hacer las
respectivas evaluaciones y juzgar después, que eficaz y eficiente pudimos haber sido en ese trayecto 2007/2013.
Para cuestionarme esta afirmación de falta de metas en el PNSB, alguien
pudiera decirme que hemos venido bajando la pobreza y respondería que
es cierto, pero la hemos venido bajando desde el 2004 y cómo. ¿Sabemos
que tan éticos somos ahora, respecto al 2007 para tener una idea del
cumplimiento de la primera línea del PNSB? ¿Sabemos cuánto del PIB es
aportado por empresas de producción social y empresas de propiedad
social? ¿En qué medida hemos asumido la condición de potencia
energética? ¿En cuánto hemos incrementado la capacidad de refinación de
petróleo?
Este momento postelectoral debería ser para otras
tareas que pueden resumirse en: 1) Limpiar un poco la propuesta en el
sentido da hacerla más realizable para el lapso establecido 2013-2019 y
2) Abocarse muy rápidamente a darle sentido a los proyectos macros y
micros que nos permitirán en el lapso 2013/2019 ACERCAREMOS MUCHO a esa
imagen de país contenida en esta propuesta. Sin descartar la importancia
este debate, el momento ahora es de conformar equipos en los cuales
esté representado el Poder Popular y coloquemos el queso a la tostada.
Es necesario ahora, decidir cuáles y cuantos proyectos macros serán
financiados por el Poder Nacional (Gobierno) entre el 2013 y 2019 y
cuáles son las metas a cumplir para hacer de esto una realidad y una
manera de poder hacer la respectiva contraloría.
El tiempo
ahora nos obliga a exigirle a las alcaldías y las entidades estadales
que definan sus planes y lo articulen con este plan nacional que será
presentado definitivamente en enero. En Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta
y Monagas por lo menos, ninguna de las alcaldías (NINGUNA)
tiene sus respectivos planes de desarrollo municipal. En otras
entidades en las cuales las alcaldías tienen el plan, este funciona más
como documento protocolar que como herramienta de dirección de una
gestión. Una cosa es un plan documento y otra, la idea de planificar.
Es necesario y trascendente tener los proyectos que no permitirán
construir un país más independiente política y económicamente.
Necesitamos saber: ¿Cuánta mas independencia política económica
tendremos en el 2014, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019? ¿En cuánto
disminuiremos la dependencia de la renta petrolera? Eso posible saberlo
con proyectos (macros y micros) muy concretos y con metas con nos determinen resultados. Ese es el momento de hoy. Se
nos prometió en la campaña un gobierno más eficaz y eficiente y una
manera de hacer de esta promesa una realidad, es tener sentido del
tiempo.
¿Puede seguirse discutiéndose el plan? Claro que se
puede discutirse este plan 2013-2019 hasta en el 2019, pero el tiempo de
ahora y hasta enero son los proyectos y las metas concretas. No podemos
perder tiempo y estamos obligados hacer un buen uso de este factor que
no controlamos. Guardo en mi memoria reciente, las grandes asambleas de
“participación” para discutir las 5 líneas estratégicas y hacer cosas
muy bonitas que no se ven.
Acordémonos de la propuesta del
partido movimiento y el gran polo patriótico y otras cosas que nos
repitieron en las grandes asambleas. Pensábamos que discutíamos y nos
daban una dosis ideológica para hacernos ver que discutíamos y
participábamos. El partido movimiento está ahora más lejos. Eso es una
angustia y esta constituyente planificadora me la recuerda.
Al
leer las orientaciones con sus preguntas generadoras, recordé las
orientaciones y preguntas generadoras del “debate” de las cincos líneas
estratégicas. Es como un ciclo de legitimación de esta “participación
protagónica”, que no va más allá de un asambleísmo donde se expresa el
poder constituido
marcano.evaristo@gmail.com
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